martes, 9 de febrero de 2010

La pequeña Burguesa

He visto la publicidad sobre el evento al que están llamando y me llene de nostalgia, con ganas de participar, pero desgraciadamente ahora estoy en la universidad y eso me impide proporcionar mi nombre. Si ustedes aceptan mi colaboración de manera anónima me pondré el seudónimo de “la pequeña burguesa”, sino , lo entenderé y quedara este escrito solo para mi corazón.

Pues bien, mi participación fue modesta, en realidad yo le entre al movimiento por las simpatías que tenia con algunos maestros (muy guapos por cierto), pero poco a poco fui entendiendo de lo que se trataba.

Casi todos los novios de mis amigas estaban participando, yo venia de un sector social acomodado, formábamos parte de lo que en ese entonces se conocía como “Chicas plásticas” que nos acercábamos al partido comunista por jovi. Como no recordar a Rosalinda, las hermanas Fimbres, Norma y Nidia, a Lupita Corona, Linda “la chinita”, Rocío, Elvia y tantas, que ahora están en la universidad como maestras o funcionarias de alto nivel en rectoría. Algunas de nosotras ya dábamos clases y otras estábamos en los últimos semestres. Los de las distintas corrientes que había en la universidad nos daban carrilla, de pequeñas burguesas no nos bajaban.

En aquel entonces nos deleitábamos oyendo al “Cantor Americano”, con la voz cantante del Everardo Garduño y Luis Gerardo Hirales( ahora flamantes funcionarios de rectoría), pero lo que mas nos gustaba era cuando interrumpían las canciones para corear consignas como “No, no nos moverán, no, no, no nos moverán, y el que no crea que haga la prueba, no nos moverán”, que triste, porque si nos movieron.

Aunque no nos quedábamos a dormir en la guardias, porque nuestros padres no lo permitían, si acudíamos a las marchas cuando los lideres citaban. Como me divertía cuando todos coreábamos “Castro Bojorquez será mejor que te horques, porque estos sindicatos no son como tus gatos”, o cuando los de Economía de Tijuana llegaban y coreaban “somos los tuberculosos y venimos a escupir, al rector por asqueroso, y lo vuelvo a repetir”. Ahí en las marchas, nos sentíamos uno, no había diferencias entre profesores, trabajadores y estudiantes. Recuerdo también, “Aguayo, Aguayo, te tenemos un caballo, por charro y carbón”

En una de las marchas que fui a Tijuana, vi al que ahora es secretario general de la UABC, Felipe Cuamea y su esposa, también a Mungaray, el anterior rector, al Negrete Mata (investigador del Colef) a la chica loca de la Sol, a la Rocio Barajas del Colef, al Ganster, al Benedicto Ruiz profesor de la Ibero, todos ellos gritando consignas en contra del rector Castro Bojorquez, en ese momento la persona mas odiada de la universidad.

Nosotras casi no boteábamos como los demás estudiantes, nos dedicábamos a conseguir alimentos, agua y materiales para imprimir los volantes. Recuerdo que había un profesor que le decían el Nacho, y que diario hacia un boletín en papel de colores, siempre aparecía en los costados STS STA, que eran los sindicatos por los que luchábamos. El profesor Rodolfo Castañeda (al que le decían cara de nalga) nos organizaba para ir a volantear en los alrededores de la universidad y nosotras aprovechábamos para pedir apoyo en especie en los fraccionamientos aledaños, si nos daban, la gente era muy solidaria, no entendían que pasaba en la uni, pero confiaban en los estudiantes.

Con frecuencia hacíamos pachangas en los depas del Victor Alejandro Espinoza o del Chevis, recuerdo al que le decían el mochilon que trabajaba en hacienda, al Eduardo Raya, al güero Manuel Aguilar, a su hermano veterinario y su novia (que ahora son panistas), al Oviedo, al Ochoa Zazueta, al Roldan, al Luis Carlos, al Jacobo Molina, al Rudy el primo de los Gallegos, toda una camada de profesores jóvenes que se habían ido a estudiar al D.F. y estaban en la UABC de profesores.

El día que los porros tomaron la universidad yo lloré mucho, me sentía desconsolada, no podía creer que tendría un desenlace tan aterrador, ver los carros quemados, las patrullas por todos lados, los carros de bomberos en lo alrededores. Yo no podía llegar porque un cordón de agentes policíacos lo impedía. Entre después, cuando los compañeros que estaban en la escuela de Ingenieria ya habían bajado. La universidad quedo custodiada por puros porros, drogadictos y trabajadores fieles al ganster de Aguayo, algunos de ellos los veo ahora en la universidad como inspectores, otros son conserjes.


1 comentario:

  1. Y ahi han de seguir seguro...seguro que algunos hasta son profesores...q tristeza, lo peor es la lobotomia que le hicieron a los estudiantes actuales de la UABC, al grado de estar en ese estado lamentable de NO PENSAR EN ABSOLUTO.
    Viva el pan??? I'm afraid not...

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